lunes, 20 de junio de 2011

JIM HENSON

Gustavo, Epi y Blas, Gonzo, Animal, Coco, Los Fraguel... todos ellos probaron la mano de Jim Henson en su culo, bueno, la suya y la de sus secuaces. El caso es que Henson es el padre de todo este universo de peluche, es el Dios de los muñecos de la tele. Se suele decir que es el Walt Disney de los muñecos pero para mí es al revés, Walter Disney es el Jim Henson de la animación.

domingo, 12 de junio de 2011

EDUARDO BENAVENTE


Eduardo Benavente fue uno de los músicos más oscuritos y geniales de la movida ochentera española. Fue cantante de Parálisis Permanente y batería de Alaska y los Pegamoides hasta su fatídica muerte en un accidente a la vuelta de un concierto; tenía solo veintiún años. A veces me da por pensar en lo pureta que estaría ahora el chaval, hecho todo un señor... ¡Pero qué señor! ¿Qué es eso de tener 20 años y arrasar tanto? Eso ya no pasa. Bueno, con los malabaristas chinos del Circo del sol sí que pasa pero son unos horteras. Eduardo Benavente tenía muchísima más clase o, por lo menos, eso parecía en los discos. A lo mejor resulta que realmente era un gañán que andaba por casa en chándal todo el día comiendo albóndigas de lata frías, pero lo dudo.

domingo, 5 de junio de 2011

TORREBRUNO




De Profesión: Enano, presentador y cantante. No sé muy bien por qué Torrebruno es muerto favorito, pero lo es. Yo pensaba que lo de Torrebruno era una gracieta por lo de enano pero no, era su apellido, bueno, lo sigue siendo pero ya no lo usa.
Para mí Torrebruno es un muerto favorito por el tema de Dabadabadá: tigres, leones todos son unos campeones, que me molaba mucho y me daba subidón. ¡Y los disfraces de tigres y leones, cómo me gustaban!
Torrebruno, yo que pensaba que no cobrabas por hacer felices a los niños, que eras como el Papá Noel de la tele, un desinteresado duendecillo destinado a la fantasía infantil... ¿o debería llamarte Walter? que es como me dice la wikipedia que te llamaban tus amigos y allegados. Mira, Torrebruno, si me llego a enterar de pequeño que te llamabas Rocco y de apodo Walter: lo del muerto favorito, pues ya te podías ir olvidando.